martes, 27 de enero de 2015

El pajarillo que vino de las nieves. Escribano nival (Plectrophenax nivalis). Escribana de la Ñeve. Escribana Falampu.

Quiero dedicar esta entrada a un curioso pajarillo que tan sólo ocasionalmente y en muy pequeño número, podemos observar cada año en Asturias, fundamentalmente entre los meses de noviembre y enero y que tuve la oportunidad de fotografiar recientemente en Cabo Peñas. 



Presentaba una actitud bastante confiada, aunque muy inquieto, en continuo movimiento. 



Se trata del Escribano nival, una passeriforme de la familia Emberiza y del género Plectrophenax, que, como otras aves migratorias, cuando llega el invierno, abandona su lugar de nacimiento en las frías costas escandinavas de Islandia, del norte de Escocia o de Siberia, para poder subsistir. 



Aunque su lugar de invernar preferido acostumbra a ser las costas inglesas o del centro/oeste de Europa, algunos escasos ejemplares tienen la deferencia de visitar nuestras costas cantábricas, Costa Brava o como mucho y de manera muy aislada, la mitad norte de la península. Ninguna otra passeriforme cría tan al norte.



Del tamaño similar al de otros escribanos, tiene una longitud de unos 16-17cm y una envergadura de unos 32-38cm. Su peso puede llegar a los 40 gramos. 



Esta especie tiene un claro dimorfismo sexual, además los machos son ligeramente más grandes que las hembras. 



En la época invernal, los machos en su parte dorsal son de un color marrón-pardo con abundantes estrías negras. En los laterales del pecho, mejillas, píleo y nuca presenta manchas de color ocre herrumbroso. Las partes inferiores y la garganta son de un blanco intenso, al igual que el obispillo y las plumas externas de la cola. En la parte superior del pecho presenta un collar de color canela que es más claro en su zona media. Presentan una gran franja blanca en el ala y las coberteras primarias, que es mucho más pequeña en las hembras y que contrasta con un álula negra en el extremo alar. 



El pico es pequeño, corto y cónico, siendo en esta época es de color amarillo con la punta negruzca. Los ojos son de un color pardo tan oscuro que parece negro. 



La cola es más bien corta y está algo bifurcada; es de color negro con los bordes y las puntas de las plumas blancas y las rectrices externas blancas. 



Las patas son medianamente largas y de color negro. Tienen los tarsos emplumados, adaptación que les permite combatir el clima tan frío que impera en los lugares donde viven.



En vuelo, se les puede identificar fácilmente por las enormes manchas blancas que presentan sus alas.



Las hembras por la parte superior son de un color más pardo-grisáceo que los machos con dibujos blancos. Las manchas blancas que tienen en las alas son bastante más pequeñas que las de los machos. 



Habitualmente, en Asturias suelen invernar individuos inmaduros que en general, son menos blancos, de un color marrón grisáceo en el manto y cabeza, y con franjas alares blancas muy reducidas. 



Como especies similares cabe compararle con el Gorrión alpino (Montifringilla nivalis) o incluso con el Escribano lapón (Calcarius lapponicus), aunque por su hábitat, coloración y forma deberíamos poderlo diferenciar sin problemas.


Escribano lapón (Calcarius lapponicus)

Gorrión alpino (Montifringilla nivalis) 
En verano (época reproductiva), los machos tienen un plumaje completamente blanco tanto en la cabeza, cuello y el obispillo, como por la parte inferior y los flancos, mientras que el dorso es de color negro con dibujos blancos. También presentan un color negro en las puntas de las alas y los bordes blancos de la cola. El pico es oscuro en esa época. 



Las en esta época de verano presentan un moteado gris difuso en píleo, mejillas y lados del pecho. El dorso es de un negro menos intenso que el de los machos. 



Los jóvenes por la parte superior son de color grisáceo con estrías negruzcas. Por la parte inferior son de color castaño-grisáceo con estrías más oscuras. Tienen la cabeza y el pico de color grisáceo. Tienen un marcado anillo peri-ocular blanquecino. 



Existen cuatro subespecies pero a España sólo llega la subespecie Nivalis. La especie suele moverse en pequeños bandos muy activos, aunque bastante confiados. 


Durante el invierno se encuentran en las dunas, en los deltas de los ríos, en las playas y en las praderas, roquedales y campos de rastrojos que hay en la costa.



No se reproduce en nuestro país. Su zona de cría se localiza en latitudes muy nórdicas, en parajes desarbolados con abundancia de piedras, zonas de alta montaña, páramos altos y en la tundra. 



La reproducción se realiza desde finales de mayo hasta primeros de julio. Construyen un nido con forma de cuenco en las grietas y huecos de las paredes rocosas que le proporcionan refugio contra los vientos fríos. Para su elaboración utilizan líquenes, hierba y musgo, después lo tapizan con hierba seca, pequeñas raicillas y plumas.



Las crías abandonan el nido alrededor de los 14 días de edad pero siguen siendo atendidas por sus padres durante unos 12 días más.



Los machos durante el período reproductivo son territoriales sin embargo se reúnen en grandes bandos durante la migración.



Pone 4 a 7 huevos en junio, incubados por la hembra durante 13-14 días. Los polluelos permanecen en el nido durante 10 a 11 días, y aprenden a volar aproximadamente a los 12 a 14 días. 



Se puede observar en la migración de primavera a fines de marzo y principios de abril, en terrenos rurales en el sur de Finlandia, en bandadas alborotadas, grandes, que incluso cuentan con miles de aves. 



Las semillas son la base fundamental de su alimentación aunque también comen pequeños crustáceos e invertebrados. Durante la primavera y el verano también comen insectos y arácnidos, los cuales utilizan además para cebar a sus crías. 



Esta especie no está incluida en el Libro Rojo de las Aves de España. A pesar del bajo número de invernantes que nos visita, su situación no parece preocupante, dado que no sufre importantes amenazas en sus áreas de reproducción. Sin embargo, el cambio climático podría reducir aún más su número en la Península.



El escribano nival está incluido en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.